¿Has notado palabras saliendo de tu boca antes de que puedas realmente pensar si quieres decir eso y si es realmente útil?
Las frases clichés son sentimientos vagos, muchas veces lindas, pero vacías. Aunque pueden parecer bonitas en el papel, no ofrecen ninguna ayuda o compasión durante una conversación. Antes de convertirte en un total cliché, piensa en lo que estás a punto de decir y y trata esa situación como algo más personal, mostrando más empatía y siendo más útil.
Aquí hay diez frases clichés que probablemente seas culpable de dejar escapar y lo que puedes considerar en su lugar.
“¡Debemos salir uno de estos días!”
¿Te has preguntado si esta persona realmente quiere salir o solo está siendo educada?
Esta es una frase muy vaga por varios motivos. Primero, porque no hay ningún indicio de que la persona realmente quiera salir ¿Cuándo? ¿Para donde? ¿A hacer qué?
Sería mejor sustituir ese cliché por algo más concreto, por ejemplo:
- “Debemos tomar el brunch este próximo sábado, si estás libre.”
- “Estaba muriendo de ganas de visitar el nuevo restaurante de la ciudad. ¿Estás libre al mediodía?”
“Déjame saber si necesitas algo”
Si alguien cercano está pasando por algún problema, luchando con una circunstancia o sufriendo, claramente estará necesitando algo pero ¿Cuál es la probabilidad de que le haga caso a una frase tan vaga como esa?
Una alternativa mejor sería:
- “¿Puedo traerle la cena el jueves?”
“Todo sucede por un motivo.”
Cuando algo inesperado sucede, podemos tratar de amenizar el dolor con esta frase no tan reconfortante que no logra minimizar en nada la gravedad de la situación. A veces, las cosas pueden ser decepcionantes o perturbadoras, así nada más, sin involucrar una lección o un motivo.
La próxima vez, permítele a tu amigo sentirse mal, molesto o frustrado y expresa tus condolencias con un “siento mucho que te haya pasado esto”, seguido, cuando sea aplicable, de un resultado realista basado en la situación.
Un ejemplo podría ser: “Sé que querías que esto pasara lo más rápido posible, pero ahora vas a tener tiempo para…”.
O incluso sólo: “Siento mucho que esto te haya pasado. Estoy aquí para ti”.
“El dinero no puede comprar felicidad.”
Muchas veces hemos pronunciado esta frase cliché cuando los fondos están bajos. Mientras que la codicia y la ingratitud no son rasgos ideales, el dinero es un recurso como cualquier otro y puede hacer la diferencia en tiempos difíciles.
En vez de forzar la gratitud en medio de una situación estresante, conéctate con cosas en las que no tengas que gastar muchos recursos “¿Qué tal una noche de juegos en mi casa este fin de semana, yo invito”.
“Más vale tarde que nunca”
Esto es cierto a veces, pero a menudo la puntualidad es realmente importante. Lo que esa plática boba puede significar es que tal vez sea mejor haberlo intentado.
La próxima vez, intenta decir algo como:
“Estoy entusiasmado de haberlo hecho” o “estoy orgulloso de que lo hicieras”, es una gran manera de felicitar a una persona por alcanzar un objetivo.
“Felicitaciones por llegar de último”
Esto es simplemente ridículo. Puede ser complicado de evitar sin sustituir una frase cliché por otra. Cuando el resultado alcanzado no es lo que la persona buscaba, recuerda que al menos lo intentaron, “Sé que te fue muy mal, pero estoy orgulloso de que te hayas esforzado y dado lo mejor”.
Parece chiste, pero a veces necesitamos seguridad que hacer lo correcto vale, especialmente cuando no nos sentimos recompensados por tales esfuerzos.
“Hay más peces en el mar.”
Sí, hay miles de millones de personas en la Tierra, pero a veces podemos no querer concentrarnos en más de una a la vez. Tu amigo ya sabe que hay muchas otras personas. Si terminó esa relación recientemente, recordarle que otros seres humanos existen no será muy útil. Tampoco decirle que está mejor sin “esa persona” en el intento de hacer el dolor más ligero.
En lugar de eso, ofrece una sugerencia tangible para cambiar el foco de la ruptura o de la situación, “vamos a hacer algo solo con amigos este fin de semana” o irse de viaje o una noche de cine.
“El que persevera, alcanza”
En lugar de avergonzar a alguien por no ser capaz de manejar la intensidad de una situación, trata mejor de encontrar una manera productiva para evitar esta situación y de comunicar por qué crees que no está funcionando para ellos.
“Si todo esto está obstaculizando tu salud mental, vale la pena reconsiderar” puede funcionar. Y aún más “Te apoyo a levantarte y si quieres, podemos hablar de cómo te sientes”.
A veces, resistir más de lo que es posible aguantar solo por demostrar un punto de vista, no vale la pena.
“Todo pasa”
Algunos sentimientos se quedan contigo para siempre, aunque se funden en formas ligeramente nuevas. No todo viene y va (y está bien).
Expresa una compasión genuina cuando alguien tiene dificultades (“siento mucho que estés con esta pena”) y, si es apropiado, ofrece una experiencia personal relevante. Algo como: “Recuerdo cuando sentí que nunca iba a superar …, y todavía pienso en eso, pero de una manera nostálgica y feliz ahora” puede mostrar un ejemplo real de progreso y ayudar a la persona a sentirse menos sola durante los tiempos de sufrimiento.
“Piensa positivo y vas a ver que se cumple”
El poder del optimismo es significativo pero probablemente también necesitamos definir un plan de acción.
“¿Cuáles son los próximos pasos? ¿Y qué obstáculos pueden ser eliminados?” Pueden ser maneras de alentar a alguien a empezar.
Por muy difícil que sea admitir, todos se enfrentan a desafíos, privilegios y perspectivas diferentes, de modo que sugerir la mera positividad puede ser, no solo inútil sino, perjudicial.
¿Qué te parecieron estas frases clichés?
¿Conoces alguna otra?
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