Meditación para niños

Meditación para niños: conócelos beneficios de este tipo de meditación

La infancia y la adolescencia son fundamentales en nuestro desarrollo como seres humanos. Es cuando nuestras personalidades son formadas y nuestra visión del mundo es desarrollada. Las habilidades y herramientas que aprendemos en nuestros primeros años tienen un enorme impacto en el resto de nuestras vidas – y es por eso que la meditación puede llegar a ser un gran regalo para un niño.

En este artículo aprenderás por qué los niños deben hacer meditación, cómo enseñarles y los diferentes tipos de meditación para ellos. Si eres padre, madre o trabajas con niños o adolescentes, este artículo es para ti. 

“La verdadera educación significa proporcionar un ambiente ideal en el que el proceso de aprendizaje auto-regulado de cada niño puede desdoblarse naturalmente. Al final, la propia palabra “educación” proviene del latín educare, “conducir desde dentro”, la mayor cualidad de cada alma. En este proceso, la meditación prueba ser el medio más eficiente y práctico. “

Swami Satyananda

Esta no es sólo la opinión de un hombre. En realidad, una de las más renombradas del mundo, la Academia Americana de Pediatría (AAP) alienta a los padres a compartir la meditación con sus hijos – y a los profesores a incorporar el entrenamiento de la atención plena en sus programas de clase. Vamos a ver por qué esto puede ser así.

Los beneficios de la meditación para los niños

El sueño de muchos padres es poder calmar a sus hijos, enseñarles a administrarse a sí mismos y verlos crecer felices, sanos y satisfechos. Aunque hay muchos desafíos en este proceso, la meditación puede definitivamente ser una herramienta poderosa para que esto suceda.

Los niños se enfrentan a muchos desafíos, como:

  • Dificultad para prestar atención
  • Presión en la escuela y de sus compañeros
  • Demandas de rendimiento en estudios y deporte
  • Dificultad para construir relaciones saludables con los demás
  • Acoso moral
  • Competencia
  • Baja autoestima
  • Gestión de sus propias emociones – como rabia, decepción, ansiedad

La meditación también ayuda en la relación con los padres, mejorar el control de los impulsos, aumentar la autoestima, mejorar la empatía y las habilidades sociales, disminuir la ansiedad en las pruebas escolares y reducir los síntomas postraumáticos. Podemos esperar que muchos otros beneficios de la meditación también se apliquen a ellos.

“Si cada niño de 8 años aprende la meditación, eliminaremos la violencia del mundo dentro de una generación.”

Dalai Lama

Con la meditación, los niños aprenden a administrar mejor sus cuerpos, su energía y sus emociones. Hay un aumento en la inteligencia emocional, en la visión positiva de la vida y en la capacidad de regular. Los niños desarrollan mejores habilidades de organización y aprenden a estar más presentes y a tener menos quejas, respondiendo en vez de reaccionar a los eventos de la vida.

Se sienten mejor, aprenden y duermen mejor.

Las habilidades que surgen como resultado de la meditación se desdoblan en muchos aspectos de la vida del niño y serán llevadas a la adolescencia y a la edad adulta. Se convierte en parte de su desarrollo y en un recurso para navegar por el mundo. Ayuda a configurarlos para una vida más feliz y sana.

Cómo enseñar meditación a los niños

Enseñarle a los niños es diferente que enseñarle a los adultos. Los niños tienen menos paciencia, menos atención y menos capacidad para quedarse parados. Por otro lado, ellos tienen una imaginación mayor, un sentido de juego y aprenden con el ejemplo.

Por eso, para enseñar meditación eficazmente a niños, ten en mente los siguientes principios:

  • Hazlo envolvente y divertido

Lo más importante para enseñarle a los niños a meditar es presentar las prácticas de una manera más interesante, divertida y envolvente. Nunca permitas que esto se torne aburrido para ellos. Haz que parezca una actividad placentera, como jugar, y así los niños van a querer repetirlo.

El principio de “hacerlo divertido” significa que necesitas elegir técnicas que sean, por naturaleza, más interesantes para los niños, cómo trabajar con sus sentidos e imaginación. Esto también significa necesitas adaptar las instrucciones de la meditación para que sean más interesantes.

Por ejemplo, en lugar de pedir al niño para “concentrarse en la respiración”, pídele que coloque un pequeño juguete en el vientre y observe el juguete subir y bajar mientras respira profundamente. Pídele que intente hacer que el juguete se mueva lo más lentamente posible ¡Y así lo has enseñado a respirar profundamente!

Por supuesto, el enfoque depende mucho de la edad – si el “alumno” es un niño (6-9), pre-adolescente (10-13) o adolescente (14-17). La manera en cómo enseñas por edades es diferente. Es necesario adaptar los principios y las técnicas de acuerdo con la edad y la personalidad del niño.

  • Utiliza la imaginación

La mayoría de los niños encuentran difícil entender los conceptos abstractos. En vez de eso, los niños disfrutan de actividades que les permiten usar su imaginación y creatividad. Por lo tanto, asegúrate de envolver la imaginación en la práctica.

Una manera de hacer esto es encuadrar la meditación como un desafío. Tendrás que ponerte en contacto con tu propia creatividad e imaginación para ello, por ejemplo:

La quietud física es una puerta poderosa para la meditación. Al enseñar esto, puedes enmarcarlo como un desafío: “Vamos a jugar un juego llamado Estatua de Buda. Nos sentamos en esta postura especial, fingimos ser una estatua, y lentamente contamos de 100 a 1. Si te mueves antes de esto, pierdes. ”

Si a tu hijo le gustan las películas de acción, puedes crear una metáfora como esta: “El ritmo de tu respiración es como un agente secreto, que le gusta desaparecer de vez en cuando. Tu misión es protegerla, por lo que debes prestarle atención con mucho cuidado y silenciosamente. Pero ten cuidado, porque en cualquier momento puedes perderla”.

Otra manera es crear un “espacio de meditación” en casa o en la escuela. Los niños adoran ser transportados a otro mundo, con diferentes experiencias y objetos extraños. Puede agregar una capa extra de significado diciendo cosas como: “Este es un espacio sagrado, un espacio mágico. Siempre que entras aquí y practicas meditación, todos tus problemas desaparecen y comienzas a sentirte tranquilo y feliz”.

  • Hazlo breve

Los niños no tienen paciencia para quedarse parados durante 20 minutos. Por lo tanto, mantén la práctica corta, especialmente para los niños menores de 10 años. Ellos nunca deben aburrirse y es importante que se vayan con la sensación de “quiero más”.

Una directriz general es hacer las sesiones con la edad del niño, +1. Es decir, si tu hijo tiene 8 años, haz la sesión durante 9 minutos como máximo. Puedes usar una aplicación de meditación con una alarma para que sea más interesante.

  • Lidera con el ejemplo

Los niños aprenden más imitando que siguiendo instrucciones. A ellos les gusta imitar a los adultos y sentirse más viejos. Por lo tanto, la mejor manera de enseñar a un niño a meditar es meditar. Todos los ojos están puestos en ti, entonces, asegúrate de establecer un ejemplo sólido de cómo incorporar la meditación en tu vida diaria.

Permite que tu hijo te vea sentado y tranquilo mientras meditas. Eventualmente, te preguntará qué estabas haciendo y entonces será el momento de enseñarle. O bien, puedes aumentar su curiosidad diciéndole algo como: “Es una práctica especial que solo los adultos pueden hacer, pero si te portas bien esta semana, te puedo enseñar el sábado.”

¿Quieres que tus hijos mediten? Sé el ejemplo.

Esto también significa que necesitas meditar con ellos. Quieres que sean constantes y disciplinados en su práctica? Necesitarás tener disciplina y hacer de la meditación una práctica familiar.

Aquí hay algunos consejos de meditación para los principiantes.

  • Sé flexible y solidario

Al final de la meditación, pregúntales cómo fue su experiencia. Puede ser una gran idea pedir que dibujen cómo fue la sesión de meditación, lo que vivían en ella o un dibujo de “antes y después”. Esto incentiva aún más a los niños a desarrollar la autoconciencia y la autoexpresión.

Valida todo lo que ellos te comparten. Acepta todo lo que el niño diga, aunque esté claramente exagerado, pues estamos dejando espacio para que la imaginación se desarrolle.

Si estás liderando a un grupo de niños, reafirme las experiencias de todos y asegúrese de que ningún niño quede confuso, perdido o triste.

  • Administrar sus expectativas

Por último, asegúrate de administrar sus propias expectativas. La meditación es un proceso y puede tomar algún tiempo. No hará de tu hijo un “Mini Buda” en dos semanas. Pero sí que le dará herramientas valiosas para conocerse mejor, administrarse mejor y crear un espacio de calma y fuerza dentro de sí.

Técnicas de Meditación y Mindfulness para Niños

Aquí encontrarás algunas de las prácticas más adecuadas para niños, con instrucciones breves (no los scripts completos, de lo contrario, este artículo sería un libro). Todas estas prácticas se adaptan a las técnicas tradicionales de meditación, y la esencia de cada meditación se presenta. Las adaptaciones se deben hacer de acuerdo con la edad y la personalidad de los niños.

Para todas estas prácticas, aplica la directriz básica de “siempre que percibes que tu mente se ha distraído, tráela de vuelta a la práctica”.

Meditaciones Sonoras (Audición)

Versión 1: Audición abierta

Cierra los ojos y respira profundamente.

Imagina que tus orejas se vuelven muy grandes. Tan grandes como su cuerpo. Pueden escucharlo todo.
Presta atención a los sonidos que oyes en la sala donde estás. Quédate unos segundos con cada sonido y luego pasa al siguiente.

Comienza a escuchar sonidos muy lejanos. Mira hasta donde puedes ir.

Solo deja que el sonido sea el sonido – no pienses en eso y no le des un nombre. A tus oídos no les gusta ni disgusta ningún sonido… solo oyen todos esos sonidos como son.

Ahora ve si puedes oír el sonido de tu propia respiración. Continúa oyendo el sonido de tu respiración, momento a momento.

Beneficios: Incentiva al niño a usar el sentido de la audición como una puerta para estar presente, abierto y tranquilo, aquí y ahora. Esto ayuda a desarrollar la conciencia sin juicio y provocar la quietud mental.

Versión 2: La historia de la música

Coloca una pieza de música instrumental y pídale a los niños que escuchen atentamente e imaginen cuál es la historia que la música está contando. Al final, pídeles que compartan sus historias.

Beneficios: Desarrolla sus facultades de imaginación y pensamiento abstracto.

Versión 3: Concentración de sonido

Coloca una pieza de música instrumental y pídele al niño que elija uno de los instrumentos de los que escucha y siga solo sus sonidos exclusivamente.

Beneficios: Desarrollar la capacidad de concentrarse en medio de distracciones.

Versión 4: del sonido al silencio

Cierra los ojos y presta atención a los sonidos que escuchas.

Ahora escucha atentamente al sonido de la copa. [Haga un sonido con una copa o tazón]

Sigue el sonido hasta el silencio.

Observa cuánto tiempo puedes seguirlo antes de que desaparezca. Intenta encontrar el último momento en que el sonido escapa al silencio.

Ahora escucha el silencio.

El instructor repite el proceso varias veces más.

Beneficios: Excelente para calmar al niño y agudizar su sentido de la audición.

Meditación Mantra (Audición)

El mantra universal om tiene un efecto profundamente calmante en la mente – especialmente debido al prolongado sonido “mmmm”.

  1. Cierra tus ojos. Respira profundamente por la nariz.
  2. Al exhalar, canta lentamente OOOOMMMMMMMMMMM.
  3. Al comienzo es alto, y luego lentamente se vuelve más suave, hasta que la exhalación termine.
  4. Repite el proceso varias veces, inhalando profundamente y cantando OM al exhalar.
  5. Con cada respiración, intenta hacer que el sonido OM dure más tiempo y sea más suave.
  6. Entonces cierra tu boca y repite OM en su mente. Repite una vez al inhalar y una vez al exhalar.
  7. Continúa prestando atención a la respiración y repitiendo el mantra en sincronía con él, por el resto de la meditación.

Puedes saltarte los pasos 6 y 7 con los niños más pequeños y mantenerlos en la repetición vocal.

Beneficios: Tiene un efecto profundamente calmante en el cuerpo, la mente y las emociones. Integra habla, audición y respiración, y da una sensación de satisfacción. Si se hace en grupo, puede crear una conexión más fuerte entre los alumnos cantando juntos.

Meditación de mirada fija (Visión)

Deja el cuarto oscuro, cierra todas las ventanas (para que no se filtre la luz) y enciende una vela. Esta atmósfera diferente, aliada al hecho de que la mayoría de los niños ama al fuego, hará que sea una práctica agradable para ellos.

Siéntate a dos o tres metros de la vela.

Abre los ojos y mira suavemente (no fuerces la mirada). Mantén tus ojos observando la llama con mucho cuidado, como un halcón observa su presa. No muevas los ojos ni hacia la izquierda ni hacia la derecha, ni hacia arriba ni hacia abajo.
Después de dos minutos, cierra los ojos y observa la imagen posterior de la vela que puede aparecer en tu mente.

Juega con esa imagen – ver si puedes mantenerla quieta en el centro. Intenta cambiar su tamaño, color o brillo.

Después de un tiempo, abre los ojos y mira la llama de nuevo por algún tiempo. Entonces cierra tus ojos y repite el proceso.

Beneficios: Esta es una excelente práctica para desarrollar enfoque, autoconfianza y capacidad de visualización.

Meditación de Visualización (Visión)

Los niños generalmente tienen una mejor capacidad para ver que los adultos. La clave para hacer esta meditación interesante es dejarlos elegir un objeto que les guste.

Versión 1: Dibujo en la pizarra

  • Cierra los ojos e imagina una pizarra delante de tus ojos.
  • Imagina las siguientes palabras escritas en la pizarra [Di algunas palabras y números, con pausas en el medio].
  • Ahora imagina que estás dibujando a tu animal favorito en la pizarra. Tienes pedazos de tiza en varios colores ¡Diviértete!
  • Abre los ojos y dibuje el animal en un papel, exactamente como lo visualizaste.

Versión 2: Imagen Mental

Encuentra un juguete, una foto o un objeto que te guste y colócalo delante de ti [Un mandala también puede ser usada, pues los niños las encuentran interesantes y atractivas].

  • Por un minuto, observa todos los detalles de ese objeto / juguete.
  • Cierra los ojos y visualiza el objeto delante de ti.
  • Después de algún tiempo, abre los ojos y da un segundo vistazo al objeto.
  • Cierra los ojos de nuevo e intenta verlo en tu mente con más detalles.

Beneficios: Ambas prácticas desarrollan la capacidad de visualización de los niños. También los hace más imaginativos y aumentan su poder de foco.

Si queremos crear una sociedad mejor, más pacífica, próspera y justa, transformar nuestra generación joven es un buen lugar para empezar. Para este objetivo, la meditación ciertamente sirve a un propósito importante, dando a los jóvenes una manera poderosa de administrarse a sí mismos y de convertirse en individuos más gentiles, más capaces y más maduros.

Hay un movimiento de enseñar a los niños meditación, atención plena y yoga. Los niños que dominan estas herramientas, cuando se vuelven adultos, tendrán una gran ventaja sobre aquellas que no aprendieron estas herramientas desde el principio.

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