Postura de la montaña: En esta posición, imagina que eres una majestuosa montaña, firme y enraizada. Eleva la vista y enfoca tu mirada en un punto fijo, como si estuvieras contemplando el horizonte desde la cima. Siente la conexión con la tierra y realiza 5 respiraciones profundas, inhalando y exhalando con serenidad.
Postura del héroe: Adopta esta posición para sentirte fuerte y conectado contigo mismo y con el universo. Es una postura que promueve la restauración interior. Realiza 5 respiraciones profundas, permitiendo que la calma y la estabilidad fluyan a través de ti.
Postura fácil: Esta posición, conocida también como Sukhasana, te invita a sentarte cómodamente en el suelo, cruzando las piernas. No se trata de forzar la postura, sino de encontrar tu propio equilibrio. Siéntete libre de apoyar tus manos en las rodillas y cierra los ojos. Respira profundamente durante 5 respiraciones, permitiendo que la relajación y la serenidad se instalen en cada inhalación y exhalación.