Al iniciar una práctica de meditación, la primera pregunta que se debe hacer es si quieres que te guíen o no. Cada persona tendrá su preferencia pero antes de decidir la mejor opción, vale la pena explorar lo que implica cada opción.
¿Qué es la meditación guiada?
La meditación guiada describe una meditación conducida por un profesor, personalmente, vía audio o vídeo.
Al iniciar, es recomendable que un especialista te conduzca por las etapas básicas de tu práctica. Cualquiera que sea la habilidad que estamos aprendiendo en la vida, tener un profesor experimentado en el que podamos confiar y relacionarnos es importante. Pero cuando se trata de explorar las complejidades y sutilezas de la mente, no es solo importante, sino esencial.
Es siempre una buena idea entender primero lo que estamos tratando de alcanzar por medio de la meditación antes de embarcarnos en esta jornada. En una meditación tradicional, se enseña primero a los estudiantes a ver el contenido de la mente y la mejor manera de abordar los diferentes ejercicios, para saber cómo obtener lo mejor de la práctica. Luego, se les enseña a practicar la meditación. Después, viene la integración – aprender a doblar la calma y la claridad desarrolladas durante la meditación en la vida cotidiana.
En una meditación guiada, un narrador o profesor explica la dinámica de la mente y cómo ella puede comportarse durante la meditación (enfoque). El profesor también puede explicar técnicas de meditación (la meditación en sí). Finalmente, el profesor puede explicar cómo usar esas técnicas en la vida cotidiana (integración).
Donde experimentar la meditación guiada
Aplicaciones
Las aplicaciones digitales ofrecen la oportunidad de meditar con un experto a través de audio o vídeo. En la aplicación Headspace, la mayoría de las meditaciones son guiadas por el co-fundador y ex monje budista Andy Puddicombe. Andy ofrece ejercicios que incorporan elementos de una meditación “insight” (una clara conciencia de lo que se desdobla a medida que se desdobla) y una meditación “calmante” (cultivando claridad y calma usando un objeto de enfoque, como la respiración o una visualización). Estas técnicas aseguran que tanto la conciencia (del momento presente) como la compasión (para contigo y para los demás) están siendo entrenadas al mismo tiempo.
Clases de meditación locales
Una búsqueda rápida en Google puede ofrecerte información sobre grupos de meditación locales que se reúnen regularmente. Para algunas personas, conocer a otros que piensan de la misma manera puede ser la clave para cimentar un hábito de meditación. Como una aplicación de instrucción, la mayoría de los grupos y las clases de meditación local son liderados por un profesor o persona con más experiencia que puede ofrecer orientación, percepción y períodos de silencio. El estilo de meditación probablemente variará de acuerdo con quien lidera la clase, los tipos o escuelas de meditación que ellos estudiaron.
¿Qué es la meditación no guiada?
La meditación no guiada (o meditación silenciosa) permite al practicante personalizar las maneras en que quisiera meditar por su cuenta, incluyendo la duración, el espacio y el grado de silencio. Durante la meditación no guiada, normalmente se medita sin herramientas externas.
Encuentra un espacio silencioso con interrupciones mínimas; busca un lugar cómodo para sentarte, generalmente en una silla o en el suelo; elige una postura cómoda y comienza a respirar profundamente, por la nariz y la boca.
En una práctica de meditación no guiada, el practicante medita solo sin que alguien le explique el proceso. Un practicante a solitario puede optar por utilizar algunas de las técnicas que aprendió en meditaciones guiadas como visualizaciones, mantras o escaneos corporales. Por esta razón, puede ser útil comenzar con la meditación guiada si no tienes experiencia en la práctica. Alternativamente, algunas personas pueden optar por simplemente sentarse en silencio, prestando atención a su cuerpo y pensamientos por un determinado período de tiempo.
Meditación guiada contra no guiada
La elección entre meditación guiada y no guiada está enteramente basada en la preferencia personal. Algunas personas prefieren la orientación durante mucho tiempo, mientras que otras pueden no querer orientación alguna. Podemos pensar en la meditación guiada como teniendo un instructor experimentado a tu lado cuando estabas aprendiendo a conducir: ellos no están allí solo para dar orientación sino también proporcionan incentivo y apoyo.
La mayoría de los principiantes dicen que se sienten más cómodos con la meditación guiada cuando aprenden la práctica por primera vez. A medida que tu confianza y habilidades progresan, puedes dispensar las lecciones guiadas y seguir por tu cuenta. O puedes alternar entre la meditación guiada y no guiada. En última instancia, es subjetivo. Aunque algunas personas disfrutan de la idea de viajar a solas, otras simplemente prefieren viajar con alguien que las acompañe.
Los beneficios de la meditación guiada y no guiada
La meditación, guiada y no guiada ofrece, muchos beneficios probados para la salud mental y física. Las investigaciones sobre meditación y mindfulness, generalmente demuestran que la meditación puede cambiar la estructura real del cerebro. Las personas que practican la meditación también reportan niveles más bajos de estrés y ansiedad, depresión y dolor crónico. Meditadores consistentes que tienen dificultad para dormir pueden dormir mejor y demostrar mejor función inmunológica. En un estudio con los infantes de marina de los Estados Unidos, incluso mostró que practicar meditación podría ayudarles a centrarse más en el trabajo de campo.
La investigación (realizada en estudios de terceros) muestra que las meditaciones digitales guiadas pueden ser tan eficaces como las clases de meditación en persona para algunas personas. Las personas que meditaron con aplicaciones mostraron mejoras significativas en el bienestar y el trabajo. Para algunas personas, construir un hábito de meditación consistente se vuelve más fácil cuando las herramientas para meditar existen en una aplicación fácil de utilizar. Con una aplicación puedes encajar tus prácticas de meditación en cualquier hora o espacio.
¿La meditación no guiada es más eficaz que la meditación guiada?
Hasta ahora, no hay evidencias científicas que sugieran que una es mejor que la otra. Los investigadores de Yale en Estados Unidos estudiaron muchos tipos de meditación y descubrieron que la gente experimentó un aumento de la calma y disminución del estrés, indiferentemente del tipo. Algunas investigaciones muestran, sin embargo, que la atención y el control emocional son altamente estables cuando estás en completo silencio durante estos tipos específicos de meditación.
Es importante recordar que no hay meditación “buena” o “mala”. Ambos caminos para una práctica de meditación – guiada y no guiada – te llevar al mismo destino. Si estás tratando de traer más conciencia al momento actual, encontrando un momento de tranquilidad, ya tienes un buen comienzo.
¿Por qué las personas eligen meditar?
Para muchas personas, la meditación se ha convertido en una herramienta para administrar el estrés. Para algunos, ayuda a promover la mejora de la salud), incluyendo una mejor calidad de sueño. Para otros, eso les ayuda a obtener un “espacio para la mente” – ese sentimiento de paz y satisfacción, no importa con lo que ellos estén tratando en ese momento en sus vidas. Cuando estamos en un lugar más sano mentalmente, estamos obligados a interactuar con los demás de una forma más positiva, lo que significa que la meditación puede beneficiar a nuestras relaciones también.
La meditación trae consigo varios mitos imprecisos, incluyendo la creencia de que la práctica implica “vaciar la mente” o encontrar una fuga de pensamientos o problemas. La realidad es que no hay cómo huir del pensamiento – esa es la naturaleza de la mente. La habilidad es retroceder y ver nuestros pensamientos con más claridad sin ser distraídos en todas las preocupaciones de la mente. Tal vez, nunca vamos a cambiar nuestros pensamientos pero podemos cambiar nuestra experiencia y la manera como nos relacionamos con esos pensamientos.
Cuando meditamos, estamos cultivando una conciencia del momento presente. Estamos entrenando a la mente para entender mejor cómo y por qué pensamos y nos sentimos de la manera en la que lo hacemos, con el objetivo de transformar fundamentalmente nuestra experiencia y perspectiva de la vida cotidiana.